settimo rapporto eng

Nos complace presentar la 7ª edición del Informe sobre la Finanzas Éticas en Europa, un análisis exhaustivo que destaca el impacto de las instituciones financieras que operan bajo modelos bancarios alternativos. Este informe es el resultado de la colaboración entre la Fondazione Finanza Etica, la Fundación Finanzas Éticas y FEBEA (Federación Europea de Bancos Éticos y Alternativos), todas ellas comprometidas con la promoción de las finanzas éticas y el fomento de un sistema financiero más inclusivo y sostenible en Europa.

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En el núcleo de esta edición se encuentra una comparación entre los bancos éticos y los bancos sistémicos en Europa, destacando cómo estos dos modelos afectan de manera distinta a la economía real y a la sociedad. Si bien durante mucho tiempo la banca ha sido percibida como un sector uniforme, nuestros hallazgos revelan enfoques diversos sobre cómo las finanzas pueden servir al bien común. Perfeccionando nuestro conjunto de indicadores, hemos creado una sólida base de datos históricos que rastrea estas diferencias a lo largo del tiempo.

La segunda sección del informe explora los efectos del gasto militar en los presupuestos públicos, arrojando luz sobre cómo las decisiones financieras pueden moldear las políticas nacionales, ya sea apoyando la paz o contribuyendo al conflicto.

La tercera sección del informe se centra en la economía social, sector estrechamente alineado con los principios de las finanzas éticas, ya que enfatiza las actividades económicas que priorizan los beneficios sociales y ambientales sobre el lucro financiero. En colaboración con Euricse y Social Economy Europe, esta edición marca el inicio de una exploración de tres años sobre el impacto de la economía social. Los análisis presentados demuestran cómo las finanzas éticas promueven la equidad, la sostenibilidad y la cohesión social, ofreciendo un modelo prospectivo para un sistema financiero que priorice el bien común sobre los beneficios a corto plazo.

Bancos éticos y grandes bancos europeos: los números detrás de las diferencias

El 7º Informe sobre Finanzas Éticas en Europa aplica el modelo CAMEL para comparar el rendimiento de los bancos éticos y los principales bancos europeos. CAMEL es una metodología de evaluación bancaria basada en cinco factores: Capital (adecuación del capital), Activos (calidad de los activos), Management (calidad de la gestión), Earnings (beneficios) y Liquidity (liquidez). Este enfoque integrado analizar la estabilidad general de un banco, obtener información sobre su modelo de negocio e identificar las fortalezas y debilidades de sus prácticas de gestión.

En nuestro Informe, el enfoque CAMEL se utiliza para comparar datos de los bancos europeos más significativos, supervisados directamente por el Banco Central Europeo, con los bancos éticos asociados a GABV (Alianza Global para la Banca con Valores) y FEBEA (Federación Europea de Bancos Éticos y Alternativos). La comparación revela las diferencias entre los modelos de negocio de los dos grupos de bancos y evalúa si los bancos éticos, a pesar de sus diversas operaciones y capacidad para apoyar la economía real, pueden lograr un nivel de estabilidad y equilibrio financiero similar al de los grandes bancos sistémicos europeos.

Los bancos éticos presentan una mayor adecuación de capital, con un ratio Tier 1 del 23,32% frente al 17,23% de los grandes bancos, lo que demuestra una fuerte capacidad para absorber posibles pérdidas. Aunque destinan una mayor proporción de inversiones a activos de mayor riesgo (43,76% frente al 35,85%), esto refleja su modelo operativo, que prioriza la concesión de préstamos a hogares y empresas en lugar de la inversión en bonos gubernamentales de bajo riesgo.

La relación préstamos y depósitos (Loan-to-Deposit Ratio, LDR), que mide cuánto presta un banco en comparación con la cantidad que recauda en depósitos, es otro indicador importante considerado. Los bancos éticos mantuvieron un LDR medio del 81,4% entre 2013 y 2022, un nivel considerado ideal, entre el 80% y el 90%. Esto indica un enfoque prudente en la gestión de la liquidez. En cambio, los grandes bancos europeos históricamente tenían un LDR más alto, con un promedio del 100,2% y picos del 109% en 2014 y 2019, reflejando una tendencia a prestar más de lo recaudado en depósitos. Sin embargo, en los últimos tres años, el LDR de los bancos grandes bancos europeos ha disminuido sustancialmente, lo que sugiere que incluso los grandes bancos han adoptado un enfoque más cauto en la gestión de la liquidez, acercándose a los niveles de estabilidad típicamente mantenidos por los bancos éticos.

Una Europa cada vez más armada

El informe destaca un aumento significativo del gasto militar entre los países de la OTAN en la UE, que ha crecido casi un 50% en la última década, superando los 215.000 millones de euros en 2023. Este aumento, que incluye un incremento del 168% en la compra de armas, contrasta fuertemente con el estancamiento del crecimiento económico de la UE (+12% en el mismo período). El aumento del gasto en defensa está drenando recursos que podrían destinarse a sectores críticos como la educación, la salud y el medio ambiente.

Mientras los bancos tradicionales continúan financiando la industria armamentística, los bancos éticos europeos mantienen una política de exclusión hacia el sector de la defensa. En su lugar, se centran en inversiones que promuevan la paz, la cooperación internacional y el desarrollo sostenible. Este enfoque no solo mitiga los riesgos reputacionales, sino que también aborda las preocupaciones éticas relacionadas con la financiación de conflictos armados.

Economía social en Europa

Las finanzas éticas juega un papel fundamental dentro de la economía social en Europa, apoyando a organizaciones que priorizan los objetivos sociales y ambientales por encima del lucro. Este sector, fuertemente respaldado por la Comisión Europea, promueve un desarrollo sostenible e inclusivo, abordando las necesidades tanto de las personas como del medio ambiente. Tras la crisis financiera de 2008 y los desafíos económicos posteriores, ha habido un reconocimiento creciente del aporte de las organizaciones de la economía social para mejorar el bienestar y garantizar la sostenibilidad económica, social y ambiental. Este reconocimiento ha sido respaldado por instituciones internacionales como la OIT, la OCDE y las Naciones Unidas.

Los bancos y las instituciones financieras éticas, guiados por los principios de las finanzas éticas, son socios clave de la economía social. Proporcionan capital a largo plazo y financiación personalizada que permite a cooperativas, mutualidades, asociaciones, fundaciones y empresas sociales crecer e innovar. Estas organizaciones representan alrededor del 10% de las empresas europeas y emplean al 6,2% de la fuerza laboral de la UE, contribuyendo significativamente a una economía más justa y sostenible.

El apoyo de la Comisión Europea, a través del Plan de Acción para la Economía Social y otras iniciativas, refuerza el papel de las finanzas éticas como herramienta de cambio. Esto incluye facilitar el acceso a financiación pública y privada, mejorar las condiciones regulatorias y fomentar un modelo económico que integre valor social, económico y ambiental. Las políticas de la UE buscan crear un ecosistema favorable que reconozca la importancia de la economía social y las finanzas éticas en la construcción de un futuro más justo y resiliente para Europa.

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